En la Voz de Asturias de hoy sale ésto, que es bastante triste e interesante? no hay q hacer muchos comentarios sobre la noticia... link: http://www.lavozdeasturias.com/noticias/noticia.asp?pkid=250463 Justicia para los Otxoa La lentitud es tal vez lo peor de la pésima estructura judicial española y lo que la convierte en más injusta. Javier Otxoa consta en la historia del Tour de Francia como el ciclista que consiguió batir a Armstrong, en julio del 2000, en la etapa que finalizaba en la cima del Hautacam. Pero su carrera como profesional acabó de manera trágica el año siguiente, cuando entrenaba en una carretera secundaria de Málaga junto a su hermano gemelo Ricardo y fueron arrollados por un automóvil. Ricardo murió y Javier arrastra desde entonces secuelas físicas irreversibles, además de lesiones cerebrales que le hacen ser dependiente. El causante del accidente fue Sebastián Fernández López, catedrático de la Universidad de Málaga, hombre influyente y con amigos, que adujo, como causa del accidente, haberse distraído. De no ser por la notoriedad de las víctimas, hoy ni siquiera sabríamos que aquel accidente sigue sin juzgarse. No es que falten pruebas ni testigos, o que el encausado niegue los hechos. Simplemente, no se ha celebrado el juicio, casi cinco años después del atropello, porque en España parece regir el principio de que la lentitud y desidia judicial es igual para todos. La familia Otxoa pide que los tribunales juzguen y sentencien de una vez lo que sucedió hace cinco años. Están en todo su derecho.
Es triste, pero el dinero y el poder siempre tienen ventaja en la justicia. Y después de ver lo de Farruquito ya no nos debe de extrañar nada.
**** vergonzoso, pero el pueblo esta dopado con la politica y el futbol, no somos capaces de acceder a una vivienda digna, se nos niega la justicia, la sanidad mata, precariedad laboral....
como una vez dijeron "los muertos de trafico en este pais no valen nada". es lamentable lo que esta ocurriendo.
Pues si, muy triste. Y lo mas gracioso es que el que los atropelló, aparte de ser catedrático , era vicerrector de deportes de la universidad, creo recordar. Personalmente no creo que el acusado se librara por ser "persona influyente y con amigos", simplemente creo que atropellar ciclistas es asi de barato.
menudo asco, con esto se demuestra que si se tiene "padrino" no pasa nada. para muestra este caso y lo de farruquito
Si al final aqui nos pasa como en yanquilandia, de donde viene el dicho que dice mas o menos: " En este pais hay justicia, todo depende de cuanta justicia puedas comprar"
Si, el farruquito, misteriosamente durante el proceso judicial aparecio aquella campaña publicitaria por la radio del "secretariado gitano" para aprender a conocerlos mejor..... La justicia en este pais tb se puede manipular.
A cuadros...Que asco de justicia...bueno de justicia nada. Si no hay mas que ver cuanto tardan en salir de la carcel asesinos, violadroes...No me extraña que la peña se tome la justicia por su mano. salu2
Pues yo me encuentro al sujeto casi todas las mañanas en el bar de mi facultad, en la Universidad de Málaga... Vamos, una semana después del accidente ya polulaba por allí, no con excesivo aspecto de estar pasandolo lo mal que decía...
Leer este artículo da escalofríos de ver cómo puede cambiar la vida de alguien por culpa de otra persona, y encima Javier tuvo otra caida por culpa de otro conductor: El Periódico del Mediterráneo: Cinco años de dolor Javier Otxoa se pregunta por qué aún no se ha juzgado al conductor que le dejó minusválido y que mató a su hermano Ricardo: "No me interesa verlo, sólo me gustaría que pagara por lo que nos ha hecho", asegura. A veces le ponen el vídeo de aquel 10 de julio del 2000, el día que Javier Otxoa se coronaba en el Tour, en la cima de Hautacam. "No recuerdo mucho. Hacía frío", dice el corredor. "Estos años hemos intentado recuperar su memoria con historias, fotos y vídeos", explica Ricardo Otxoa, el padre. --"Llovía, soplaba viento. Al principio, no, porque el pelotón iba *******. Pero después de una hora empezó a llover, el pelotón se paró y nos fuimos tres". --"Eráis más, Javier". --"No, papá, déjame que lo cuente. Éramos tres. Jacky Durand, otro y yo. Tuve la suerte de coger mucha ventaja en el llano". --"En el llano no, Javier, fue en el Aubisque". --"No quiero decir eso. Cállate. Quiero decir que cuando comenzaba el Hautacam tenía esa ventaja. Más de 10 minutos sobre Armstrong". A Javier no le gusta mucho poner ese vídeo y mirárselo otra vez. "Porque entonces me veo cómo era entonces. Un hombre, un ciclista que nunca más en la vida podré ser". Ese entonces fue sólo hace cinco años, la época antes del 15 de febrero del 2001, un día terrible, siete meses después de la hazaña en Hautacam. Un coche arrolló a Javier y Ricardo, su hermano gemelo, en la carretera A-357, a la altura de Cártama, a 20 kilómetros de Málaga y de su segunda residencia en Alhaucín de la Torre. Aún ahora, aquel parte médico es escalofriante. "Pronóstico muy grave. Traumatismo craneoencefálico grave. Contusión cerebral hemorrágica. Traumatismo vertebral con afectación de vértebras torácicas de la sexta a la décima. Probable afectación de la médula espinal, con contusión y edema. Fracturas costales múltiples. Contusión pulmonar. Insuficiencia respiratoria aguda. Fractura de ambos húmeros. Fractura de tibia y peroné izquierdos sometido a fijación externa. Hemodinámicamente inestable con necesidad de drogas vasoactivas". Fue el parte del estado de Javier, que quedaría 65 días en estado de coma. Ricardo llegó muerto al hospital. "Mi suerte ha sido que no me he quedado paralítico. Pero me quitaron parte de un pulmón. Los húmeros estallaron. La ciática de mi pierna izquierda se cortó. No me funciona una cuerda vocal por culpa de una traqueotomía. Cuando voy por una carretera mala, me duelen los hombros. Y cuando cambia el tiempo, me duele la cabeza". Esa cabeza. Tiene seis edemas cerebrales que afectan parte de su memoria, sobre todo la reciente. Puede hablar con alguien y dos horas más tarde no recordar quién era. No puede ir solo por una ciudad, se perdería. "Me falla la orientación". Pero además de todos los inconvenientes físicos, Javier Otxoa tiene otro dolor. Está más nervioso que antes, preguntándose por qué, cinco años después, aún no se ha celebrado el juicio por el accidente. El conductor del coche, Sebastián Fernández López, catedrático, vicerrector y director general de Deportes de la Universidad de Málaga, no tenía seguro. Según el informe de la Guardia Civil, invadió el arcén de la carretera, seguramente por un "momento de distracción". Javier nunca ha tenido contacto con Fernández. "No me gustaría verlo, ni me interesa. Lo veré en el juicio, ya es suficiente. A mí sólo me gustaría que pagara por lo que nos ha hecho, tanto a mi difunto hermano como a mí. Que nos dé una explicación. Nosotros íbamos por la cuneta, en fila india. Nunca invadimos su carril, como él dijo". Varias veces se ha aplazado el juicio, porque no había sala disponible, porque el abogado del imputado no podía venir... "En estos cinco años --dice Ricardo-- se ha juzgado a Farruquito, a Tony King, todos asuntos que ocurrieron después. ¿Por qué le protegen tanto a este hombre? Nos duele mucho que una persona con un cargo público no tenga que dar una explicación del por qué mató a nuestro hijo". Dejar el trabajo María Palacio, la madre, se seca una lágrima. "Yo tengo un hijo muerto y otro tal como está, mientras ese hombre sigue dando clases en la universidad. Ha destrozado una familia entera. Nos encantaba nuestro trabajo, pero los dos hemos tenido que jubilarnos anticipadamente para estar con Javier, y porque sufrimos depresiones. No duermo, las noches son un suplicio para mí, se hacen eternas, con muchas pesadillas. La desidia de la justicia alarga y aumenta el dolor. Una vez que se haya celebrado el juicio, ya podremos cerrar un capítulo, dejar el dolor atrás". "Los dos habíamos trabajado en ese hospital, conocía a algunos médicos. Menos mal", dice Ricardo, el padre, que era celador. "Había otros que querían desconectar los aparatos. Se justificaban en su estado, su poca recuperación. Claro, fueron muchos días que ocupaba una cama en la UCI, y en Málaga pasan muchos accidentes". Javier, que tiene un hermano mayor, Andoni, no recuerda nada de su estancia en el hospital de Málaga. Tampoco del de Bilbao. Ni del centro de recuperación de Mondragón. Por eso, Javier bendice su situación, en comparación con otros atletas discapacitados sin piernas o brazos, con quienes ha coincidido en los Juegos Paralímpicos y otros campeonatos, donde ha cosechado un buen botín de medallas, tanto en ruta como en pista, donde sufrió una aparatosa caída por falta de costumbre. Contra otro coche No ha sido su única caída desde que ha vuelto a subir a la bicicleta, otro de esos milagros que en febrero del 2001 los médicos veían absolutamente imposible. El año pasado, antes de ir a un Europeo en Holanda, Javier entrenaba por las costas de Málaga, como siempre con su padre detrás con el coche para protegerle, cuando agachó la cabeza durante unos segundos, "como una pequeña serie de contrarreloj en una recta". Un coche le adelantó, frenó y giró a la derecha. "No lo vi. No tuve ni tiempo de frenar. Acabé en el suelo, lleno de erosiones. Y el conductor diciéndome: Levántate, no pasa nada. Yo estaba aturdido, quería que me dejara en paz". Acabó en el hospital, pero sólo por unas horas. Desde entonces entrena en una bici estática en el sótano. Además, entrenar ya no era lo mismo. "La bici ya no es mi profesión. Ahora sólo la cojo para romper la monotonía". Pero hay otra razón. "Echo de menos a mi hermano. Lo hacíamos todo juntos. Salíamos a entrenar y si uno no tenía ganas, el otro le sacaba de casa. Por la tarde íbamos al cine, veíamos amigos..." Ahora ya no tiene amigos, dice María. "Nadie le llama". Son los padres quienes le llevan al cine, hacen viajes con él. Una vez fueron a ver el paso del Tour, en el Pirineo. Pero apenas le interesa ya. "Ni lo veo por televisión, me trae malos recuerdos. Veo a chicos que corrían conmigo, y entonces me siento frustrado, porque ellos pueden correr, y yo ya no". http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=205486
Nos pasa algo menos al pobre currante de pie y no vemos el sol en todo lo que nos queda de vida.No es justo y te lo digo por experiencia. Tengo un juicio pendiente de un personaje que casi me mata a mi, a mi mujer y a mi hermana y nadie sabe nada, paso en agosto del 99.Alucinante tio
****, yo creia que eso ya se habia resuelto, a sobre abril mayo del 2001, me dio clases, uno de los guadias civiles que estaban con la investigacion del accidente, y nos dijo que el tio no iba mu rapido, sobre 60, yo creia que eso ya estaba cerrao y juzgado.
¿y cómo puede ser q un tio que cobra más en un año que yo en 10 ande por ahí sin seguro??? ¿será que no lo puede robar de la universidad??? es que es para pegarle encerrarle de por vida...
