***** macho, lo lees y parece hasta fácil, enhorabuena y a ver si tengo suerte de compartir experiencias contigo.
Enhorabuena Isen por tu soplao 2015. Derrotaste al Ojancano y te sacaste una vieja espina. A mi me tiene atrapado y este año no he podido participar, espero poder hacerlo el próximo año y si puedo saludarte personalmente. Gracias amigo por acordarte de la oración de la Anjana y tenerla presente, todo un detalle. Recibe un fuerte abrazo virtual. Empujabike
Mis felicitaciones Isen. Acá a la espera de la Grand Canyon, muy agradecido por tus valoraciones en el foro.
Gracias Empujabike. No sólo me acordé de la oración sino que, como dije, me acompañó sobre la bici, y me sirvió de apoyo en momentos duros en los que recurrí a ella. Tal vez no te lo creas, pero subiendo Cruz de Fuentes con cierto padecimiento a nivel mental, le eché un vistazo a la oración y tiré de ella, pidiendo ayuda a la Anjana de la compasión... No sé si fue casualidad o no, pero lo cierto-te lo juro-es que se levantó un viento de cola que me ayudó a aliviar la subida, y lo mismo me pasó subiendo el Negreo... Nunca hay que perder el respeto a los conocimientos más ancestrales. Las ayudas vienen siempre de donde menos te las esperas, y el Soplao te hace ser consciente de lo pequeño que eres comparado con la inmensidad de las montañas que te rodean hasta más allá de donde alcanza tu vista. El año que viene quién sabe lo que pasará, pero la habitación la tenemos reservada. Será un verdadero placer conocerte en persona si finalmente mis pasos vuelven a llevarme a Cantabria, o si los tuyos te acercan a Madrid.
Gracias por vuestras felicitaciones y comentarios. Mi intención era (y es) la de ayudar a dar a conocer esta bici para quienes estéis interesados en ella, ya que es un poco complicado poder tener quien te la ofrezca para probarla por ti mismo, así como tratar de ofrecer una visión interior del Soplao (esto aún lo estoy ultimando aprovechando mi escaso tiempo libre) que pueda servir de ayuda, sobre todo, para que quien se quiera exponer a ella, sepa realmente qué es lo que le espera, y para qué debe entrenarse, a nivel físico y psicológico... Lo dicho, gracias por vuestros comentarios y felicitaciones De momento, he tenido que bajar un pistón en mis rutas, ya que arrastro una importante sobrecarga en las rodillas que casi me dejó fuera de combate en el Soplao (ya os contaré), y que me hizo abortar mi última salida por Madrid después de subir hasta la cruz de Abantos desde El Escorial, por las zetas, batiendo mis récords personales. Me afecta a la hora de afrontar tramos técnicos, sobre todo en bajada, y la ruta prevista era para la preparación de la Eusko Bike de dos de mis compañeros de rutas (mi bonobici ya no da para tanto), con abundancia extrema de pedroleo y tramos técnicos. El pinchazo de dolor en la rodilla derecha que me dejó tieso me ha hecho decidirme por descansar un rato, aunque afortunadamente puedo seguir dándole suave a la Roadlite Al 7.0 por Madrid, con lo que no es una lesión tan importante. Pero de momento...
Como me gusta leerte!!! Consigues que parezca que estemos alli Por cierto enhorabuena, ha debido de ser una pasada!!! es un reto que me planteo cada año y que de momento no he podido cumplir.... Por cierto me gusta mucho tu casco donde lo has comprado? Un saludo
Enhorabuena por tus post, da gusto leerte. Te quería consultar una cosilla. No tienes problemas de crujidos con el sillín?? A mí hay días que es una tortura lo que cruje, al principio pensé que era la tija porque se metía mierdilla en la ranura pero creo que es cosa del sillín, presiono en el centro con la mano y ya cruje. No sé si te pasa a ti también. Por lo demás la bici es una pasada, estoy encantado y si me permites una sugerencia deberías haber cogido monoplato, yo es lo con lo que mas he alucinado, pensé que íba a ser mucho para mi nivel pero ahora no lo cambiaría por nada del mundo. Un saludo
¡Gracias! Anímate a engancharte a una prueba así. Es un proyecto que te enganchará todo un año... El casco es un Specialized S-Works de 2011. Ya no se vende como tal (salvo que lo encuentres en outlet) Lo más similar que se vende ahora es el "Specialized S3" (alrededor de 170 €) No sé si es exactamente igual, pero intuyo que sí (al menos el esqueleto interior de aramida lo conserva) En su día era uno de los más seguros y ligeros. Hoy, dentro de Specialized, el Prevail es todavía más ligero... Que ya es difícil.
Sí. Lo del sillín me pasa también. Al principio, igual que tú, pensé que podía venir de la tija, pero lo he descartado. Lo tengo bajo análisis. Estoy probando soluciones... ¿El tuyo también es el Ergon de raíles de carbono? Monoplato en una prueba como el Soplao... Ufff... No sé. Ya lo comentaré con más detalle en las impresiones que estoy preparando, pero incluso el desarrollo del doble plato del XX resulta excesivamente duro, con lo que no sé...
No se si os servira de algo, tenia un problema parecido, y era por que la tija es muy larga y estaba demasiado metida. Los cuadros en el primer tramo del tubo vertical por donde metes ls tija tienen muy poca tolerancia, pero mas hacia abajo empieza a tener mas holgura. Solucion cortas un poco la tija, o le pones un poco de cinta aislante a la punta de la tija. De todos modos mi bici lleva la richie carbon flexlogic y el sillin es el ergon de carbono. Por cierto, la bici una pasada, la tengo ya cerca de dos años y cada dia estoy mas contento con ella.
Amigo Isen ; me alegro de que la invocación a la Anjana , hada buena de los bosques y montes de Cantabria, tuviera un efecto positivo en lo físico ( viento de popa ) y en lo psicológico. Y lo de llevarla impresa en el cuadro un detallazo. Un abrazo y hasta pronto.
No se si os servirá de ayuda, yo tengo el ergon SM30 y también me crujía, venga a darle vueltas hasta que encontré que el crujido efectivamente venia del sillín justamente en la punta, los raíles en la punta se mueven hacia delante y hacia detrás, de hecho cuando aprietas el sillin en el centro este se hunde, y los raíles se desplazan en la punta para permitir este hundimiento, solucion: limpiar bien y hechar un poco de grasa de montaje en las puntas de los raíles para que no exista fricción entre estos y el plástico de la estructura del sillin, y fin a los crujidos, y a disfrutas de este pedazo de sillín. Saludos.
Exacto Trekiblack. Es la misma solución que tengo pendiente aplicar, porque creo que, efectivamente tal y como dices, el crujido proviene del juego de la inserción de los raíles con la flexión de la carcasa del sillín (una de las cosas que lo hace tan cómodo) Me alegra saber que con eso se soluciona el problema
Los 10.000 del Soplao. Análisis e impresiones de una marcha que te exprime al límite. Son ya dos Soplaos… El primero, como sabéis en 2012, no pude terminarlo. 2015 ha supuesto mi paso al Olimpo de quienes pueden presumir por méritos propios el haberlo terminado. Todos los que lo hemos hecho, entero o no, sabemos que el Soplao pide siempre un precio a cambio de la desfachatez de desafiarlo. Por muy bien preparado que vayas, te vacía; te exige el 100% de ti mismo. Lo único que diferencia la llegada a meta del primer clasificado de la del último es el tiempo total que ambos han empleado en recorrerlo entero. Del primero al último, todos hemos dado todo lo que teníamos dentro de nosotros, y la sensación de llegar a meta es una mezcla de emociones que cada uno especia con sus propias motivaciones para exponerse a un esfuerzo tan descomunal y que tan poco sentido encierra para quienes no entiendan el esfuerzo deportivo sin recompensa. Esta vez, como sabéis, sí lo completé entero, y cuando llegué a meta, busqué el cartel que debía estar esperándome, pero había tanta gente en las calles de entrada que no veía nada, ni pude reconocer a nadie. Al pasar la última curva vi la ansiada meta; en ese momento sentí una mezcla intensa de emociones. Ese momento compensaba toda la frustración que arrastraba desde 2012. Al recorrer los últimos metros hacia la meta, solté del manillar mi puño derecho, llevándolo justo debajo de la mandíbula en un gesto de rabia; lo apreté con toda mi fuerza en un gesto de victoria. Mientras cruzaba la meta me deshice de tres años de rabia lanzando un puñetazo al aire mientras un grito se escapaba de entre mis dientes cerrados; un grito sordo y dedicado a mí mismo. Una sola palabra lanzada al cielo con furia; una exclamación de victoria dedicada al maldito dolor de la rodilla que casi me impide acabar; dedicada a condenar la falta de fuerza para mover el desarrollo en las rampas de casi el 30% del Negreo. Un grito con el que expiaba esos momentos en que no fui capaz de seguir montado y tuve que empujar la bici mientras otros aún pedaleaban el maldito e interminable Negreo. Más de una hora para recorrer 5 kilómetros. Pero cruzando la meta, fui consciente de que, por fin había vencido al Soplao; y todo se plasmó en una liberación de energía y adrenalina englobada en una palabra que no alcanzará ninguna gloria literaria, pero que salió por sí misma, de lo más profundo de mi alma: “¡ T O M A !” Después de ese grito que resonó sobre todo en mi interior, crucé la meta; paré en el lado izquierdo para no interrumpir la entrada del resto y bajé de la bici para por fin descansar tras casi 12 horas de Soplao, las últimas de ellas sufriendo un dolor intenso en la rodilla derecha que me hizo pensar en que no podría acabarlo, un año más; pero afortunadamente, el dolor se hacía más soportable al pedalear en superficies más o menos lisas, o al rato de estar moviendo la rodilla a base de fuerza de voluntad y dientes apretados. Dolía especialmente en subidas rotas y en las bajadas en las que había que absorber irregularidades del terreno… es decir, casi en todo momento, porque el llano sólo existe tímidamente al principio y al final del Soplao. Las últimas horas, no sé ni cuántas, fueron duras, muy duras, pero si algo tenía claro es que la retirada no era una opción, salvo que la rodilla explotase. Como dijo ya en casa uno de mis compañeros de aventura: “El dolor es pasajero… La gloria, Eterna”. Pero, ¿por qué volvió a sorprenderme tanto la dureza del Soplao en esta segunda ocasión que me enfrentaba a él? Esta vez venía con la idea clara de no cebarme en las subidas hasta dejar atrás la subida del Moral… pero no hay manera de conservar energía en esta prueba. Cuando llegas a la campa de Ucieda, sólo has hecho 65 km, y cómo llegues allí es la verdadera vara de medir de lo que está por llegar. Si en el último avituallamiento antes de empezar con la subida hacia el Moral, ya vas con las piernas cascadas, estás muerto... pero, ojo: por mucho que lo hayas intentado evitar, llegarás acusando el esfuerzo. De fresco nada. Sólo un buen entreno te permite tener confianza en que vas a soportar los 100 km que te esperan… porque ahí, en la campa de Ucieda, justo antes de la subida al Moral, empieza el Soplao. Una vista al perfil de los 163 km de la ruta permite explicar el por qué son tan duros esos primeros 65 km (agradezco a Gopul el archivo gráfico obtenido de su GPS). Como podéis ver un poco más abajo, el perfil es un auténtico rompepiernas aún para los más entrenados, ya desde el principio el Soplao te atiza una notable profusión de rampas salvajes que no te permiten reservarte… y, ¡ay! el 26x36 que permite como desarrollo máximo el grupo XX, tampoco… El desarrollo de este grupo es perfecto para rally; subidas explosivas y cortas, o también para subidas largas, incluso con puntas del 12 al 15%… pero resulta demasiado exigente y castigador en una prueba que acumula casi 9 km de subidas sostenidas entre un 15 y un 30% de desnivel, más 12 km de subidas con desniveles de entre el 10 y el 15%. Los más de 26 km subiendo desniveles sostenidos entre el 5 y el 10%, son también subidas objetivamente duras que en el Soplao tienes que tratar de utilizar, de alguna forma, como zonas de recuperación de fuerzas… Los poco más de 20 km que recorrerás con desniveles entre el 1 al 5% los sentirás en las piernas casi como si fueran bajadas... aun cuando no lo son. Aquí, en el Soplao, no te enfrentas a repechitos que se superan a base de aceleraciones de potencia e inercias. En el Soplao tienes que poder mantener una cadencia que te permita superar desniveles sostenidos durante cientos de metros de casi el 30%… y tratar de hacerlo cuando llevas el desgaste acumulado de 140 km muy duros en las piernas es inhumano. Para mí, sencillamente incompatible con un 26x36. Como decía, y podéis ver, los porcentajes que se afrontan ya desde el principio, te llevan a pelear con rampas sostenidas que oscilan entre el 10 y casi el 30%, Fijáos también en cómo el perfil es siempre ascendente entre subida y subida… Es importante tenerlo claro, porque ¿Dónde descansas? ¿Dónde conservas energía? ¿Por qué no te dan un poco de espacio para pedalear y reoxigenar las piernas…? Sencillamente, porque así es el Soplao. Sólo llegar en muy buena forma al mes de mayo te permitirá llegar a la campa de Ucieda cansado pero con potencia; pero gastar, gastas. Y sudarás cada kilómetro de subida. El truco está en ir comiendo y bebiendo, no cebarte y no bajar piñones cuando el desnivel te da un respiro. Hay que mantener el desarrollo más desahogado que puedas llevar, sin complejos ni vergüenzas al llevar todo metido (y cuando llevas un 26x36 como máximo desarrollo, es que además no queda otro remedio…), por muy fuerte que te sientas (que lo estás todavía), o por muy rápido que veas pedalear a otros, que juegan su propia partida; porque si gastas de más en estos primeros 65 km… amigo mío, vas a pagarlo muy caro después. Un análisis exhaustivo de todos los perfiles a los que te vas a tener que enfrentar durante los 163 km del Soplao, permite entender (y aprender, para los que penséis apuntaros a esta aventura en 2016), por qué el Soplao es tan duro, por mucho que te cuenten eso de que no es tan duro porque “las subidas son largas y tendidas”… Ya. Mirad; mirad los números: Al Soplao no se puede llegar pensando en que te vas a hacer una ruta más. Está más allá de cualquier ruta maratón que hayas hecho porque, además, la haces rodeado de otros ciclistas que te ayudan a mantener el ritmo de pedaleo durante larguísimos tramos de ascensión en los que nadie habla, y no porque vayas resoplando o no puedas hacerlo. Nadie lleva la alteración alterada en subidas a ritmo… pero nadie habla porque el diálogo interior que llevas contigo mismo no deja mucho espacio para largas conversaciones que, honestamente, no te apetece tener. La subida al Moral la hice perfecta. Sabiendo cómo era su perfil por su (infausto) recuerdo de 2012, no me sorprendió su longitud ni su desnivel sostenido, ni sus "falsas cumbres". Podría decir que en 2015 realmente la disfruté. Tantos eran los recuerdos de sufrimiento que venían a mí en esas mismas zonas, que el contraste de 2015 me hacía sentirme todavía más fuerte de lo que, objetivamente, estaba. El 23 de mayo de 2015 pude, por fin, disfrutar de los verdes paisajes de la subida, de los que me habían hablado en 2012 y que entonces no pude ni imaginar entre lluvia, barro y nieblas grises y heladas. El sol hizo su presencia, de manera que el maillot corto era agradecido en subida y las zonas bajas del recorrido, aunque la temperatura recomendaba abrigarte de nuevo en las bajadas y zonas altas. Coroné el Moral manteniendo un ritmo muy bueno, conservador pero vivo, y bajé hasta Juzmeana disfrutando de la velocidad; dejándome llevar. Allí acabó mi Soplao en 2012 (nos cortaron y volví a subir el Moral por donde lo había bajado para hacer el tramo final que-entonces-era el recorrido oficial, tras la subida a Cruz de Fuentes y Ozcava) Allí, en Juzmeana (km 83) comenzaba el tramo, para mí inexplorado del Soplao. Sabía que desde el avituallamiento de Bárcena Mayor (kilómetro 86) llegaba lo más duro. ¿Cómo sería de duro? pensaba, mientras comía y rellenaba bidones. Pregunté por la hora (iba sin ciclo computador, ni GPS, ni reloj ni nada. Sólo rodando a sensaciones), y me dijeron que iba muy bien. Para terminar en 10 horas. “Eso significa llegar a las 6 de la tarde”, me dije a mí mismo. “Tengo un colchón más que suficiente para llegar de día” (mi única obsesión) Así se lo consulté a quien amablemente me rellenaba el bidón: “Llego de día, ¿no?”, pregunté para subirme aún más el ánimo. Me miró sorprendida: “Claro que sí. Si vas fenomenal”… Lo que no sabía entonces, ni ella ni yo, es que la subida a Cruz de Fuentes (del kilómetro 86 al 102) se me iba a hacer tan insufriblemente larga, y que en Ozcaba, kilómetro 112 del recorrido, ya iba a necesitar de la ayuda del coche médico porque un dolor sordo e intenso en el lateral externo de mi rodilla derecha me impedía moverla. El dolor y la rabia casi me hacían saltar las lágrimas. Saber que estás lesionado en el kilómetro 112; a 50 km-todavía-de meta, y que el Negro te espera, cuando en ese momento no puedes ni ponerte de pie... ¿Cómo iba a poder seguir pedaleando, si no podía mover la rodilla?...
Mil gracias compañero. Probé a echar un poco de grasa el otro día de mala manera justo antes de salir y solo con eso los crujidos han desaparecido. No veas que alegría porque me tenían loco. Un saludo y de nuevo muchas gracias por el aporte.
Que grande Isen!!! No lo había leído y ha sido un buen repaso a este pedazo de temporada que nos hemos marcado. Somos grandes, Somos gloriosos!!!! Aunque algunos no tan gloriosos, pero al menos funcionales
Por cierto, ya me llego mi Canyon (Grand Canyon CF 9.9 SLX) y mi estreno fue directamente en carrera... sin anestesia de por medio. Corrí el domingo en los 88 de mammoth. La primera impresión es que la bici va de narices... muy bien de todo (quizás hubiese montado otros frenos en vez de los Formula R1, pero bueno, lo cierto es que frenan mucho), la bici es muy ligera, en talla L con pedales XTR y tubeless, la bici pesa 9,89kg que creo es un gran peso. La bici sube muy bien y baja con mucha solvencia (hombre, no es comparable con una lux que en este terreno gana por goleada, pero se baja realmente rápido y seguro). Cambios perfectos con los xtr. La horquilla terralogic me ha gustado aunque hay que acostumbrarse... la tenía demasiado blanda para qeu empezara a actuar la amortiguación y tras un par de pruebas la endurecí bastante quedando la horquilla muy bien... mola lo de olvidarse de los manditos de bloqueo. Sillín me ha gustado ya que tras casi 3:45 horas sobre la bici, llegué sin dolores en el culete... ;-) En resumen, estoy más feliz que una perdiz. Por cierto, a mi la bici me llegó en la semana que me dijeron desde el principio... vamos que no tuve que esperar ni un día de más (incluso llego algún día antes de lo que yo creía y me dio tiempo a usarla en la carrera).