Espectacular fin de semana. Los Pirineos llenan a cualquiera.Me extenderé en una crónica que estoy preparando. Los que no estuvisteis, os advierto que morireis de envidia.
Muy guapas las fotos Ikerz!!!! Las que hicimos nosotros las estamos subiendo al picasa de paolo cuando esten os lo digo . Pd.No me mola polemizar pero eso de la marcha afavor de las selecciones vascas , creo que no es ni sitio ni lugar. Un saludo
Hombre, yo he contado lo que hice, ni más ni menos, tampoco pretendo sentar ningún debate. Por cierto, guapas fotos.
Primera Etapa: Dos buenos amigos de rutas ciclistas , que por azar y casualidades he conocido y entablado relación, me esperan en el coche para dirigirnos a los Pirineos a ver el Tour de Francia, la gran carrera de los grandes sufridores del deporte. Preparamos el coche y nos lanzamos a la carretera con unas ganas tremendas de coronar los colosos Pirenaicos. La fuerte lluvia que nos alcanza en el camino no detiene nuestra marcha hacia la Francia. Por fin llegamos al hotel, situado en mitad del pueblo Luz Saint Sauber. El sitio es un privilegio, nos ofrece unas vistas impresionantes además de una gran versatilidad a la hora de subir cualquier cima, pues de este valle nacen hasta cinco subidas "Tour". Nos instalamos en las habitaciones y saludamos a los amigos de Filetín que se alojan en el mismo hotel, junto con otros tantísimos aficionados que aprovechando que pasa el Tour, vienen a hacer el suyo propio por estas tierras altas y verdes. Paseamos por el pueblo entre una fina lluvia y una niebla espesa que no augura nada bueno para mañana. La cena a base de carbohidratos es ya un clásico pre-ruta, además de algún caprichito dulce. Ya preparados para ir a dormir, debatimos sobre la ruta que haremos mañana, la Gendarmerié aquí es muy estricta con el cierre de puertos, y el tiempo revuelto no hacen sino nublar nuestra idea sobre qué puerto coronaremos mañana y por donde veremos pasar a los valientes profesionales. Entre debates y perfiles porcentuales nos acostamos con el susurro de la lluvia golpeando en los cristales. Siempre amanece más temprano de lo que uno desea, pero una buena noticia nos espera, el día ha amanecido despejado y seco, aunque fresco, perfecto para montar en bicicleta. La decisión final es subir Luz Ardiden y luego coger el coche hasta St Marie de Campan, donde volveremos a montar para llegar a Bagneres de Bigorre a ver el final de etapa. Desayuno copioso, descarga de lastre, preparación de la máquina rodadora y a volar. Tras rodar apenas 2 kms entre calles un cruce nos avisa el comienzo de este puerto, donde los españoles siempre han brillado con sus victorias generosas. Los primeros kms, entre un espeso bosque se hacen fáciles a pesar del asfalto tan rugoso que pisamos. CNR va regulando el esfuerzo, su cadera titanizada es sensible a la humedad y a los esfuerzos en frío. Paso a paso vamos calentando los motores mientras cruzamos los pueblos que flanquean esta subida revirada con vistas al gran macizo montañoso de los Altos Pirineos. La subida sigue constante, Filetín, sobrado de fuerzas, avanza unos metros y se detiene para tomarnos algunas fotos en este gran escenario mientras vamos ganando terreno metro a metro. A mitad de puerto la cosa se empina un poco más y las zetas se suceden ininterrumpidamente hasta llegar a una gran curva a la izquierda que nos desvela por fin el gran espectáculo de la montaña que nos espera, con sus brazos completamente abiertos. Vamos subiendo tranquilamente, esperándonos unos a los otros y charlando sobre esta bella escena de la que somos nosotros los protagonistas. La parte final, más suave permite vivir el ascenso con relativa tranquilidad y que tu cuerpo no esté tan atento del esfuerzo y se centre en el bello recorrido de la carretera que sube y sube hasta los cielos. Más fotos, risas y pedaladas entregadas al asfalto pasan veloces pero que permanecerán intensas en nuestra memoria. Casi sin querer, hemos llegado a la cima. Una semi abandonada estación de esquí cierra el paso hasta los altos riscos que rodean la estación. Estamos satisfechos y plenamente llenos de una emoción indescriptible, que sólo los ciclistas acarician en el esfuerzo. Unas fotos dan testimonio gráfico de nuestra coronación. Comemos algo, nos abrigamos y nos lanzamos hacia abajo. Apenas recorridos quinientos metros, una marmota se cruza en mi camino y se mete rápido en su madriguera, este hecho, tan simple es la diferencia tan significativa que nos separa de otros deportes, este, y que mientras bajamos apurando frenadas y trazando el dibujo de la carretera, respiramos el mismo aire que acaricia estos verdes pastos. Un susto de Filetín en una de las curvas, nos advierte que hay que ser prudentes. A pesar de ello, me distancio bajando. Las curvas tan cerradas no invitan a la velocidad, a si que prefiero ser prudente. Una vez abajo y reagrupados volvemos al coche para rápidamente ir hasta Campan y ver la cabalgata ciclista de los profesionales. Tras subir el Tormalet en coche y bajar por la Mongie, llegamos a Campan. El tráfico hasta Bagneres de Bigorre ya está cerrado, y nos toca lidiar con los gendarmes para poder pasar aunque sea con la bici, pero andando. La tónica de los doce kilómetros que nos separan de la meta es la misma. Vemos a un Gendarme, a pie 50 metros y cuando no nos ve, de nuevo a dar pedales, así constantemente. Por fin llegamos a Bagneres, saturada de gente ante la inminente llegada de los profesionales en la primera etapa importante de montaña de este Tour. Paseamos por el pueblo y asaltamos una Boulangerie esperando el paso de los corredores. Nos situamos a una curva muy cerrada y estrecha a falta de tres para la meta. Riccó va como un tiro a por su segundo triunfo, después el grupo de los favoritos, luego el rosario del pelotón. Al parecer ha sido una etapa dura. Rápidamente nos vamos hacia meta a ver a los ciclistas meterse en los autobuses. Nos metemos de lleno en el gran revuelo de periodistas, aficionados y gente que sube y baja de la meta. Saludamos a muchos de ellos. Filetín, con su particular labia incluso charla con algunos mientras CNR y yo contemplamos el despliegue de material ciclista que allí se exhibe. Nos empapamos bien de todo el ambiente hasta quedar saciados. Mientras vemos irse ya toda la parafernalia, una manta gris cubre el cielo y amenaza entre truenos una tormenta. Salimos pitando hacia Campan, por suerte, el viento a favor nos ayuda en la ligera subida que hay desde Bagneres. Con la emoción de ver a los pros nos planteamos subir el Tourmalet por esta vertiente, pero la cordura nos devuelve al coche y subimos motorizados mientras vemos como otros como nosotros si que se han atrevido. Llegamos al hotel donde la ducha es ahora una necesidad vital además de rehidratarnos y llenar el estómago de comida en condiciones. Descansamos y paseamos por el pueblo haciendo tiempo para la cena. Pasta con salchichas, qué novedad. Una vez cenados, revisamos los perfiles de la etapa de mañana y sin mucho más tiempo ya estamos acostados descansando el cuerpo para el reto de mañana. Toma ladrillazo, y falta la etapa de Hautacam :mrgreen:
Segundo Día: Filetín nos despierta del sueño. Una mañana luminosa y despejada nos da el empuje necesario para levantarnos y meternos entre pecho y espalda esos copiosos desayunos ciclistas que sirven como carburante para buena parte del día. Todo entra, bocadillos, compota de manzana, zumo, brioches. Nos vestimos con nuestras más preciadas ropas para el que será un gran día de ciclismo. Preparamos las bicis, las maletas, todo está listo para ascender al Tourmalet. Junto a unos compañeros de Filetín, afrontamos los primeros kilómetros del largo puerto de leyenda. Vamos muy suaves a ritmo de los compañeros de Filetín, pero pronto el desnivel impone su ley y CNR, Filetín y yo nos destacamos. En las zonas de sol hace calor y en la sombra hace frío. Caen los kilómetros con rapidez, pero no sin ir dejando en cada uno de ellos nuestro esfuerzo. Casi sin quererlo Filetín y yo nos distanciamos de CNR que impone el ritmo que su cadera y su escaso estado de forma le permiten, a si que hacemos una paradiña para esperarle antes de afrontar la parte final del puerto, completamente abierta y grandiosa, escalando por donde nadie a quien se lo cuente se lo creería. Mientras esperamos, recuerdo antiguas batallas de la Pirenaica que hace exactamente un año libraba con otros compañeros. Nos alcanza CNR y seguimos levantando los pedales hacia la cima. En el cruce que decía que marca la parte final del puerto, un gendarme nos desvía por una carretera alternativa. Nos desagrada la idea, pero obedecemos con impotencia, pensando que en pocos metros enlazaríamos, pero según vamos ascendiendo, vemos como la subida por esta lado es diferente, y Filetín, blasfemando todo los blasfemable da media vuelta para subir por donde se "debe" subir. Le seguimos hasta el cruce donde nos desviaron, y por un camino de tierra, de apenas 100 metros, enlazamos con la carretera "oficial" de la subida. El puerto es muy regular en su desnivel, siempre al 7 y 8%, y las fuerzas decrecen en similar tendencia. Filetín y yo, nos terminamos por dejar de rueda a CNR, que sube encantado con la imponente ascensión. Yo ya me lo conozco, pero es verdad, este puerto tiene algo, y Filetín también lo siente, somos reyes. A falta de 5 kms para meta un austriaco cualquiera, porque suben y bajan cientos y cientos de ciclistas, nos pasa, pero este en concreto quizá por su ritmo elevado despierta en mi las ganas de pelea, así que subimos el ritmo un puntito más, forzando, que el puerto lo merece. Voy con el grifo abierto, pero disfruto viendo el peregrinar de tanta gente y ciclistas antes el espectáculo del Tour y la naturaleza. Alguien me reconoce con el culotte del foro y me anima. El último Km, durísimo se hace volando, oliendo ya la cima, no eres tu el que sube, tu ya estas arriba, no sabría decir quien es el que lo hace. Como un rito, otro año más estoy aquí, a 2115 metros. Esta lleno de gente que a falta aún de 6 horas para el paso de carrera se amontona para hacerse la foto junto al monumento que encumbra este puerto. Estamos alegres, satisfechos y con una paz serena que sólo se reproduce cuando alcanzas una cima. CNR llega pletórico y unas fotos dándolo todo le recordarán para siempre esta gesta personal. Disfrutamos el ambiente, comemos algo y nos vestimos rápido, no hay tiempo que perder, arriba hace frío y aún tenemos que llegar a Hautacam, y sabiendo como son los gendarmes y desde cuando tienen cerrados los puertos, hay que ir con tiempo. Nos despedimos con nostalgia y prometiéndote en tu interior que volverás porque allí hay algo muy hermoso que aún está por desvelarse por completo. La carretera está llena de gente que sube entregada en su bicicleta y gente caminando, así que hay que andar con ojo. Yo tengo un problema, no me entra la cala izquierda en el pedal, cosa que ya venia siendo un problema días atrás, pero ahora es imposible meterlo. Descendemos por las estrecha carretera a buena velocidad teniendo en cuenta las condiciones mencionadas. Qué placer bajar trazando cada curva, el aire en la cara, ese paisaje tan profundo, cada metro de desnivel que has ascendido tiene aquí su recompensa. La parte final del puerto, con buen asfalto y pocas curvas cerradas hace que sea vertiginoso, pero con el tema del pedal suelto no puedo hacer un descenso de lo míos, aún más rápido. Respiramos profundo e intensamente. Hemos llegado a Luz Saint Sauver, dejamos en los coches lo que nos sobra, comemos algo y salimos disparados hacia Hautacam. Yo voy muy mosqueado con el tema del pedal, así no puedo pedalear, es peligroso y muy incómodo. El tramo hasta pie de puerto es de descenso, así que a pesar del viento de cara y que Filetín nos lleva tirando, se hace bien, pero con el paso de los kilómetros, mi cuádriceps izquierdo se carga sobremanera y los fantasmas del desánimo me amenazan. Decido echarle huevos e intentar olvidarme del pedal a pesar del dolor. Aquí comienza Hautacam, puerto impresionante por sus desniveles, y que siempre que ha llegado el Tour han sucedido cosas importantes. La peregrinación de gente es abrumadora, ríos y ríos de personas suben mientras los bordes de la carretera no contienen a más gente. Desde abajo vamos imponiendo un buen ritmo, esquivando a gente y ciclistas fundidos, soportando el calvario del pedal suelto y teniendo que oler las frituras de los chiringuitos que se agolpan a los lados. Pienso que si no fuera por la cantidad de espectadores que llena la subida y sus ánimos no podría subir, me hubiese vencido la cabeza. CNR nos sigue a Filetín y a mi muy cerca, pero los último 7 kms son realmente duros y se descuelga, mientras mi escalada seria se concentra en subir y subir y soportar lo que me ha tocado. Algunos gendarmes te mandan para y subir andando, pero intentamos esquivar haciéndonos los suecos todas las veces que podemos, pero en alguno hay que parar. La gente que hay es impresionante, animan aunque no seas profesional, es una fiesta y los bocadillos de panceta que olemos así nos lo hacen saber. A falta de tres para coronar, decido parar para descansar un poco mi pierna maltrecha. Una glucosa y a seguir que ya queda poco. A pesar de todo esto, tengo presente la belleza de este puerto, duro y que marcará en mí una huella de dolor y satisfacción, esas son las mejores, las victorias que cuestan. Zona vallada, falta poco para la meta, hay ambiente, estoy orgulloso, Filetín se lo pasa pipa haciendo fotos y el ambiente que nos rodea es genial, más no se puede pedir salvo un pedal nuevo y más gente con la que compartir esta alegría. A 400 metros nos paran los gendarmes, ya no se puede subir más, estamos acostumbrados a estas cabronadas, así que con nuestra alegría de la mano no nos importa y a pie escalamos lo que nos queda. Filetín tiene un pase de Prensa que tiene que devolver a Carlos de Andrés a si que con permiso de la Gendarmerié nos metemos en todo el berenjenal de la organización y la zona VIP. Nos vemos negros para encontrar el stand de TVE. Por fin lo encontramos en el mismo momento en el que Indurain también lo hace. Un saludo y para abajo a buscar a CNR que nos espera impaciente a que volvamos para ver el final de etapa. Nos colocamos a dos kilómetros y medio de meta, un una larga y dura rampa. Queda bastante hasta que lleguen, así que nos sentamos como muchos otros aficionados a esperar abrigados, pues el día, como ayer se está cerrando. Pasa la caravana que precede a los corredores. Es una gran fiesta y todos somos parte de ella, coches y coches repartiendo regalos cruzan ante nuestra entusiasmada mirada. Por fin llega la hora, como en un encierro, antes del momento se hace un gran silencio, motos y coches a toda velocidad abren paso a la carrera y de repente, entre un barullo de gente aparecen los entregados héroes dándolo todo mientras todos observamos cada gesto de dolor y sacrificio. Fotos, gritos de ánimos y carreras, el silencio ha estallado en una alboroto enorme. Da igual quien pase, los segundos que separen al líder, lo que sea, se anima dejándote la voz y el alma como si subieras con ellos, la emoción es terriblemente sensible. Al primero y al último, todos son aclamados como campeones, y aunque entre caras de esfuerzo se percibe un gesto de alivio cuando oyen su nombre o reciben un ánimo especial. Ya ha pasado todo. Ha sido emocionante. Ahora a bajar entre la enorme cantidad de gente que ha subido. Todos queremos bajar a la vez y se forma un revuelo enorme. La bajada se pone peligrosa cuando muchos ciclistas bajan sin conocimiento y sin control, y hay que andar con mil ojos. a pesar de ello se vislumbra una bella bajada que en circunstancias normales hubiera sido memorable. A pie de puerto nos reagrupamos y salimos corriendo hacia Luz Saint Sauver, cuanto más tardemos más tarde llegaremos a casa, nos espera una larga noche de conducción. Por suerte, este tramo de unos diecisiete kilómetros en constante subida es con viento a favor, pero a pesar de ello y de que Filetín tira de CNR y de mí, el pedal, ya olvidado con la alegría, vuelve a recordarme el sobreesfuerzo que ejerce mi pierna izquierda, para colmo, CNR ya torrefacto por el esfuerzo va con los cambios saltándole, a si que decidimos poner nuestro ritmo sin forzar. Por fin llegamos al coche. Estamos hambrientos y cenamos y bebemos copiosamente. No ha sido un día muy caluroso, pero el sol es implacable y nos ha robado mucha agua. Ya listos ponemos rumbo a España, dejando con un saludo este pequeño pueblo y estas montañas tan enormes que te hacen respirar mejor, desde la tranquilad más brillante que ofrece el esfuerzo devuelto. Para terminar, hablar de mis compañeros de ruta, Curro y Gabi, dos grandes amigos, que han vivido como yo estos maravillosos días de ciclismo. Han sido los mejores compañeros con los que podía contar, y esta vivencia en común ha servido para encerrar en un lugar de mi memoria e indisolublemente esta vivencia junto a su agradable presencia. Nada más que añadir. Hasta la próxima aventura. Esto es todo amigos, espero que lo disfruten. :-D
Ullrich, no seríais vosotros los que estabais discutiendo en el cruce hacia Super-Bareges (la carretera alternativa que citas) a las 11.00-11.15 aproximadamente? Es que era justo cuando yo pasé, y vi a 3 ciclistas que hablaban castellano. Uno preguntaba a ver hacia donde se iba, yo pasé de directo y a buscarme la vida. La verdad es que la subida por Super-Bareges también es bonita, y yo pasaba de ir parandome cada 200 metros por culpa de los gendarmes, que aunque por esta vertiente no parecía que había muchos, era arriesgarse.
No creo, había mucha gente cabreada, jajja, nosotros ni nos paramos a discutir, simplemente nos dimos la vuelta y punto, encima nos íbamos a discutir por esos capullos.
Madre mía que fin de semana he pasado con Ullrich y Filetín, ha sido increible y espectacular. El tiempo ha sido perfecto, respetando mucho y dandonos un día de sol genial en el Tourmalet. La crónica de Paolo define a la perfección el fin de semana. Ver el tour ha sido una pasada y el ambientazo indescriptible, creo que es una experiencia que todo ciclista debería vivir al menos una vez en su vida. A nivel personal, mi cadera se portó muy bien y apenas me dio guerra, con lo que puede disfrutar de todas y cada una de las subidas, eso sí, con un estado de forma un poco bajo, pero suficiente tras la treparriscos como para que Ullrich y Filetín no tuvieran que esperarme mucho ja ja ja. He tenido sin duda los mejores compañeros posibles para esta aventura pirenaica, pero heché de menos también a Roland y a Andresín con los que esperemos poder repetir el año que viene. Saludos a todos, en cuanto pueda colgaré algunas de mis fotos, que tengo un huevo y hay que cribar un poco.
***** que mamones que sois!!!!!! tiene que ser la ostiaaaaaa!!!!! si tu cadera CNR se porto bien, este finde el sabado nos marcamos una rutita, yo ire muy tranqui, que llevo desde la QH sin tocar la bici.
Que jodios, si lo llego a saber me apunto. Para la próxima contad conmigo mamonesss!! Me alegro que lo pasaraís tan bien tios!!
PAOLO SOLO PUEDO DEFINIRLO ASI : :aplauso2:aplauso2 La verdad esque a sido la ****** , hay que repetirlo el año que viene a los ALPES , o al GIRO ya mi cabeza empieza a dar vueltas jajaja Fotos aki : http://picasaweb.google.com/paoloacorreyero/Tour2008 Narko y Andresin , la proxima vez os venis! Un saludo
La verdad es que lo organizamos un poco rápido y sobre la marcha y se nos pasó avisar a mas gente. Lo de Ullrich fue caso de refilón, gabi fue a verle por otro tema, surgió y se apunto 48horas antes. El año que viene, quedamos con mas tiempo y la liamos....Esos puertos te transforman, es un espectaculo
Presente. Yo lo viví así: Mientras subo caminando veo a lo lejos acercarse a un par de ciclistas y me digo: "estos sí que van rápido". Al llegar a mi altura me resulta familiar la indumentaria de Filetín y le doy una voz tratando de comprobarlo pero no me responde y sigo sin estar seguro pero al ver que el segundo ciclista luce un "Paolo" en la parte trasera del culote las dudas desaparecen. Por cierto, que los días siguientes estuve también alojado en los alrededores de Luz Saint Sauveur.
Cago en to!! que pena no escucharte, aunque ami me parecio escuchar un venga paolo o algo asi, Bueno para la proxima estare mas al loro jeje Un saludo!