Dado que la gran mayoría consideramos un punto a favor la ligereza en los componentes, los fabricantes aducen pesos inferiores a la realidad, sabedores que asi potencian las ventas. De igual manera que no compraríamos en el supermercado alimentos con pesos inferiores al indicado, ya que sería una estafa, deberíamos optar por devolver los componentes o bicicletas que sobrepasaran el peso anunciado (dentro de un margen lógico de error). De esa manera cuando la tienda lo devolviese a su vez al fabricante , se vería obligado a poner el peso real. Está en nuestras manos, aunque es dificil llevarlo a cabo.