Yo he estado en Belchite con un guia local y sobrecoge saber lo que por alli ocurrio. El ir con guia os lo recomiendo (tengo por aqui el telefono). Es bastante barato, pertenece a una asociacion del pueblo que intenta conservar los restos que quedan y os enseñara encantado el pueblo viejo, bunkeres republicanos, zonas de trincheras.... Historia a punto de ser devorada por el olvido. Un saludo.
QUE PASADA!!!ya me gustaria tener lo que tu tienes amigo,yo tengo unos cuantos casquillos de fusil del bando republicano,seguramente de mosin y unos adaptadores para poner en los fusiles el cuchillo(estoy escribiendo y no me sale la puñetera palabra de como se llama,lo siento).
Creo que dices el calabayonetas...el Mosin Nagan utilizaba la antigua balyoneta de cazoleta.... Una apreciacion, tened cuidado si encontrais balas, municion de artilleria o granadas, despues de mas de 70 años estara superinestable y no conviene jugarse nada por un trozo de metal...hace tiempo un conocido encontro por la zona de Morata una granada Laffite y tuvo suerte de lanzarla primero una piedra, no por ello se llevo el susto y un buen monton de picotazos de no sabe si de la carcasa metalica que estaba podrida o de la arena que la rodeaba, nada serio pero parecia picado de viruelas, y es que en algunos sitios usar un buscador de metales....no es recomendable. Si veis algo de esto avisar al seprona o al 112
eso es!!no me salia el nombre!!es eso,una especie de adaptador que se ponia en el cañon del fusil y la otra parte en el cuchillo.Lo mas curioso que me encontré varios encima de una pierdra,no se si es que alguien los habia encontrado en el suelo y los dejó alli sobre la piedra o llevaban alli tantos años.
Algo tengo yo por ahí también,je,je,con BOPE y certificado nominal por supuesto ,aunque lo tengo algo dejado de vez en cuando suelo participar en recreaciones históricas de la guerra civil y claro se usan tanto reproducciones como objetos originales como casco,fusil,bayoneta,(en mi caso)y otros enseres personales no por ello menos importantes,muchos de estos eventos se suelen hacer en escenarios auténticos por lo que al preparar la trinchera,nidos ,puesto de ametralladora ,etc,suele aparecer algo..........o algo-mucho como paso hace un par de años en quijorna que apareció una bomba de aviación de grandes dimensiones. Al que le interese el tema de la recreación histórica le aconsejo que visite la web de "frente de Madrid",le va a gustar. Tengo pendiente realizar una ruta temática por la zona de la batalla de brunete,cuando la tenga decidida con mi grupeta (PBM bikers -zona Madrid) os lo comunico por si alguien se anima por aquí,seria para fechas mas frescas,la batalla se libro en julio pero no hace falta sufrir lo que sufrió esta pobre gente ,no?. Otra tengo por la CDC,y una mas por las rozas.
puede que a mi me gustara participar,estare al loro en el foro si publicas por aqui la marcha. Gracias"!!!
Yo si quereis algun dia os enseño los emplazamientos del parque lineal del manzanares, que de tuneles, blocaos, trincheras y pozos de tirador hay un rato.... Aqui teneis mucha info...y es todo ciclable de momento, que estan construyendo vias del AVE y lo mismo joden el asunto, como se cargaron el Poblado Ibero de la Gavia http://www.parquelineal.es/rutas/ruta-gefrema-guerra-civil.php Y aqui teneis toda la info de la pagina, muy recomendable para los que viven en Madrid, si pinchais en La batalla del Jarama os va a gustar http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CFYQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.parquelineal.es%2F&ei=7rToT7L0LpOGhQfyzaXGCQ&usg=AFQjCNGRp2NfS3iFwur9sOvWq_wXRXwR1w&sig2=7W2S1N7EEHxVRK7q7jI9Pg
Citas sobre algunos relatos que he encontrado leyendo por ahí (Pere Pi Cabanes,Barcelona, 1920) La guerra le sorprendió en zona roja y no dudó un segundo en sumarse a la causa. Pere y sus compañeros fueron directos a un campo de instrucción premilitar y después, a la Escuela de Especialidades, eufemismo de guerrilleros. «Todos los instructores eran rusos y allí aprendíamos a hacer el bárbaro», se ríe, mientras recuerda cómo le enseñaban a volar un puente o hacer saltar por los aires los vagones de un tren. «Es facilísimo [más risas] cualquiera puede hacerlo». Al fin, en mayo del 37 le enviaron a la 236 brigada de la 75 división del XIV Cuerpo de Ejército de Servicios Especiales de nuevo el eufemismo. Y comenzó su etapa de guerrillero, que emprendió con la convicción de que podían ganar la guerra. Pere nunca olvidará aquellos meses empotrado en el monte. «La vida era dura, teníamos que atravesar trincheras, hacer volar puentes, infiltrarnos en las tropas nacionales y atacarles desde dentro lo hacían vestidos con los uniformes fascistas que robaban a sus prisioneros. Además, las armas escaseaban en el Ejército Republicano [formado por voluntarios]. Sólo teníamos explosivos y 'naranjeros' [ametrallador que imitaba al Snaider checoslovaco]». A sus 92 años, Pere recuerda como si fuese ayer las guardias, las escuchas, las esperas... En su brigada, que cubría de Lérida a Francia, había un centenar de hombres. «Pasábamos el día haciendo instrucción o cumpliendo las misiones que tuviésemos. Y por la noche, dormíamos en un pajar, en el monte, en algún pueblo...». Sólo vio a sus padres una vez en los tres años que duró la guerra. Era el invierno de 1938, unos meses especialmente duros en los que todo escaseaba, pero su madre consiguió una cazadora de lana y se la subió al monte. Cosas de madres. (José Herrera Sánchez nació en 1919 en San Cristóbal de la Cuesta, un pueblo cercano a Salamanca) Durante la guerra Herrera perdió a muchos compañeros. Recuerda cómo en una ofensiva enemiga de 27 oficiales, quedaron tres, y de tropa poco menos de la mitad. «Mi unidad quedó deshecha». Y cómo durante una batalla cayó a su lado, de un disparo en el vientre, su agente de enlace, encargado de comunicar sus órdenes a sus subordinados. «Aunque estaba totalmente prohibido hablar con el enemigo, nos saltábamos la regla a la torera para hacer intercambios con los rojos. Nosotros teníamos tabaco de la zona de Canarias, y ellos tenían papel de fumar porque lo fabricaban en Alcoy. Así que algunas veces hacíamos el intercambio, quedando entre trinchera y trinchera. Desde luego a quien le tocaba hacer el intercambio, lo pasaba fatal. Sabías que te estaban apuntando 100 fusiles». La noticia del fin de la guerra le llegó en las trincheras del Sector Cabeza de Buey, en la provincia de Badajoz, y junto con sus compañeros lo celebraron «tirando bombas de mano y pegando tiros como en el Oeste». (Valeriano Ruiz Fernández (Meruelo, Cantabria, 1918 ) Este cántabro no puede olvidar que volvió a nacer en dos ocasiones. La primera, en la toma de Mosqueruela. «Nos lanzábamos granadas de una trinchera a otra, la separación era muy escasa... Hubo muchas bajas». Él era enlace y tenía que transmitir las órdenes del mando. «Mi capitán ordenó retirar la unidad y fui reptando por el suelo hasta donde estaba la avanzadilla. En un momento, bajo un fuerte ataque artillero, un proyectil pequeño se coló entre mis piernas, milagrosamente no llegó a explotar», recuerda sin disimular aún hoy un gesto de sorpresa. La segunda fue en el frente de Madrid, en la localidad de Vaciamadrid. «Una noche, mientras hablaba con un comisario político, de trinchera a trinchera, alguien intentaba localizar por el sonido el sitio donde yo estaba. Lanzó una ráfaga y me rozó. Entonces mandé a mi equipo: ¡Cargar toda la artillería que haya sobre la trinchera enemiga!'. Al final nos pidieron que no tiráramos más, pero yo respondí : 'Vosotros habéis disparado cuando estábamos hablando y eso es una traición'». A Valeriano le llegó la noticia del final de la contienda en Albolote, un pueblo cercano a Granada, donde ocuparon Las Pedrizas, una sierra muy rocosa. Allí sucedió uno de los hechos más curiosos de su guerra y que recuerda con una sonrisa: un día, desde la trinchera ocupada por los rojos, les ofrecieron jugar un partido de fútbol. «Los comisarios políticos republicanos y mis sargentos primeros se reunieron sin armas, en una zona neutral. El primer tiempo lo pitó un alférez nuestro y el segundo lo arbitró un comisario político. Terminó el partido 0-0 o 1-1, no lo recuerdo bien, lo mejor que podía ocurrir. Cuando nos despedimos alguien dijo : 'Vamos señores, esto se ha acabado, ahora el que asome la cabeza se la volamos'». (Gárate Córdoba, hoy coronel retirado de 92 años) Era noviembre de 1936. «Anochecía y el tren me pareció una cárcel. Yo nunca había salido de Burgos y tenía miedo a lo desconocido. No sabía a dónde iba ni qué era eso de la guerra. Nadie me había enseñado a luchar, sólo a desfilar, disparar y poco más...». Así, ahogado en dudas, llegó al cuartel de Ingenieros de Leganés y se dio de bruces con la realidad bélica: camiones cargados de muertos y heridos salieron a recibirles. Gárate Córdoba siguió la batalla del Jarama desde segunda línea del frente. «Fue terrible: los bombardeos, el campo lleno de metralla, hombres amputados... Ahí empezamos a darnos cuenta de que la guerra iba a ser larga. Algunos de mi grupo decían que luchaban para vengar al doctor Albiñana había sido fusilado por los republicanos en la cárcel Modelo, pero yo sólo estaba allí por mis amigos. ¿Con quién puedes ir mejor a la guerra que con ellos?». Esa batalla supuso el inicio de su carrera militar, que terminó convirtiéndole en coronel. Se encontró una ciudad muy distinta de la que había dejado. «Estaba llena de madrileños, catalanes, alemanes... Gente de todo tipo mezclada. En la casa de enfrente de la mía vivían Manuel Machado, un torero, un picador... Burgos era una ciudad del alzamiento, prácticamente todos eran del bando nacional, y el que no, lo disimulaba. Incluso los de izquierdas se hacían de Falange para protegerse: sólo tenías que presentarte en un cuartel y ya te daban un fusil y la camisa azul». Gárate reconoce que la vida no era fácil para los republicanos: «A muchos exaltados los buscaban para fusilarlos, pero se hizo lo posible por controlar a las milicias de Falange». Extraido de esta pag, por si le apetece a alguien seguir leyendo más relatos http://www.elmundo.es/especiales/espana/guerra-civil/