Pillo sitio con vuestro permiso, soy el "nuevo" del otro día (Javi). Que bien hicisteis de retiraros a tiempo... Ni thor ni mordor ni ******, allí se junto la corte celestial para jodernos el día... Que pedradas!!
Sí que pintaba negro, sí. Es que uno ya está muy mayor para un par de remojinas y pasar frío todo el día. Ya sabes cómo "semos " los reptiles.
Pues yo pase mas frío en la ultima bajada que en todo el día... Llegamos a un bar kike y dos o tres mas (no me acuerdo de los nombres) y le pusimos un suelo a la pobre mujer de agua y barro que te cagas... Lo primero que pedimos un café con leche hirviendo, nunca me lo había bebido tan caliente, que bien nos sentó.
Yo estaba entre los que enguarramos el bar... Y a los 5min de entrar sale el sol y a la hija de la dueńa le hacia gracia....... Jajajaja
Llamando a las puertas del infierno Hoy tocaba hacer de probador de bicis. Ni Solo Bici, ni Bike a fondo, ni na de na. Hoy era acercarme a la asignatura pendiente. Me acabo de quitar 20 años de encima. Desde que en mis inicios practicaba el rallye (no se si había alguna otra disciplina, porque antes todo era btt) no había vuelto a hincarle el diente a una bici ligera de esas. Mucho menos de última tecnología y con medidas estrambóticas y marcianas. 29, 27,5, 650b, 28,3. Amosnomejodas. Pero como era miércoles y había quedado con mi colega de andanzas entre-semana (el tío Alf) tendría que salir. Yo propuse carretera. Él me ofreció una cosa……….diferente. Bueno. La oferta era sencilla, ¿quieres probar máquinas de 29? Uhmmmmmmmmmm, no sé, no sé, tengo poca inquietud pero chico, por probar. Venga. Me bajo a Ciclos Almogávar a ver al tío Joaquín, que hace mucho que no lo veo y puedo hacer portería con él un ratico. Muy majo hombre y buen profesional de la bici. Charradica y a las machines. Me subo. ¡Jodo qué garza! Le llegan las patas hasta el suelo. Rueda de 29. Busco el andamio para subir. Pero hay que joese subo bien y lo que es mejor me siento cómodo. Un poco raro pero cómodo. Ruedas de 2.20 de microtacos, balón, manillar anchote pero plano, más bien curvado hacia abajo, dirección altica y protegido (en plan chopper). Hombre no es una enduro pero se deja pedalear. Ya te digo. Hala, vámonos a Juslibol y rodamos por pista. Puaj. Polvo. Enderezamos calle adelante por el carril bici y en menos que canta un gato nos plantamos ya en la entrada que va desde el río hasta los Galachos. Habrá que probar lo que hacen los taraos éstos. Venga. Culo preto, patas duras, esfínter en tensión y cara de palo. Un pedal, otro pedal, más fuerte, mantén, mantén, …..¡otia qué ritmo!. A cifras escandalosas para rodar. Y lo que es mejor me encuentro como en la flaca, pero por pista de tierra. Bien, no me disgusta rodar tan rápido. Por pista sorprendido lo bien que se deja llevar y la inercia que te empuja. Me cruzo con peña que vuelve y disimulo (porque tengo un prestigio) para que no me conozca ni Blas. Ahora me gustaría probarla en el sendero del soto hasta el centro de interpretación. Muy bien, rígida, noble, se deja llevar. Esta orbeicaaaaaaaaaaaaaaa. Bien. Contento. Alfonso, kiol, hazme un retrato que lo subimos al chat y le ponemos subtítutlo. Jajajajaja. Tira canso, y no le des mucho que vas como un tiro. Cruzamos los galachos y por la ripa del río, metidos bajo las rocas, por la senda protegida de árboles y soto nos acercamos hasta Alfocea. Genial. Impresiones. Muy rodadora, muy cómodo de posición. Talla M, para mi altura, genial y la posición perfecta para aguantar decenas y decenas de km a ritmo alto. Sorprendido me he. Ahora la güelta. Cambio a otra máquina. Una 29 endurera con ruedas más agresivas, rígida, horquilla de 130 ya potente y frenillos a la altura. En principio esta Cannondale parece una máquina definitiva. Pero……….empezamos mal. Es talla L, con lo cual no voy bien puesto. El “ojo” no ajusta hasta hacer ceprén y eso se nota en el empuje. No la he cogido con igual gusto. Empieza la prueba crítica. Rodamos por la orilla del río hacia los Galachos desde Pontoneros y aquí bien, se aguanta, rígida y gira rápido y fuerte, bien. Eso sí cuesta el doble moverla con agilidad y rapidez. En la senda es divertida y luego por pista no es torpe, ni mucho menos pero a pesar de que a mí siempre me han gustado gorditas, con carne preta que se pueda agarrar, nada de modas palo que es como chupar un rastrillo, no la veía del todo…..no sé cómo decir, con ese gancho que te envenena para competir a todas horas. Remolona.
Así pues nos plantamos en el puente de los galachos y …………ahívalaostia. Un pavo, pelao, sin nada de glamour, sin camiseta, (nótese que nosotros íbamos alicatados hasta el techo para el rallye, con lycra hasta en el calzoncillo) marcando paquete, me amenaza por la izquierda pidiendo paso. Lamadrequeloparió. Noto como me sube la calor. Un nosequé me invade el cuerpo. Se me caen los pelos de las piernas y la camiseta se me pega al cuerpo. Como probarme un traje de militar, que te entra una mala ***** que … debe ser el uniforme. Bueno, total, que el pavo nos adelanta pidiendo paso y me vuelvo con una cara malvada mirando al tío Alfonso, que a su vez me mira y piensa: “Ya no hay solución”. Dicho y hecho. Preto el “asterisco” y me agarro al manillar como si me fuera la vida en ello. Me calzo las gafas bien y bajo la visera del casco. Ya no hay vuelta atrás. Pedal y con las patas al 100%. Más que venas llevaba un pantalón de pana. Unos segundos y ya estaba a rueda del interfecto. Rápido iba el pavo pero nada del otro mundo. No llegaba a los 25 km/h. Fantasma. Es la hora. Aquí no se hacen prisioneros. Llega Alfonso y oliendo la sangre ya no se queda ni a mi rueda. Tira. Abierta la veda. Un piñón menos y siento como me llama el infierno. Se abre la caldera a tope y empiezo a echar leña. Mecagontoloquesemenea. Cada pedal fluye la sangre a espuertas. El rendimiento al mil y las pequeñas subidas no se notan. Es más aprovecho para rendir mucho, mucho, mucho. Pobre. ¡A chupar polvo mandril!. Tira esgarramantas, multiplícate por 0, que no sabes con quién te has metido. Hasta la valla de entrada no bajamos el nivel, N-exagerao, diría yo porque casi no me llegaba la sangre al cerebro. Totalmente bloqueado. Qué gozada. Me imagino la cara del pavo, llorando, mientras se sujeta las pegatinas. En fin, un poema. Así espabilas para la próxima, pringao. Cruzamos ya Juslibol y nos dirigimos a acabar nuestra ruta. Prueba superada. Conclusiones para todos los gustos. La más destacada se tomó frente a una ámbar fresquita y un “guardia civil” para alegrar el cuerpo y el alma. Fotos al whatsapp y a esperar el chorreo de aquellos que me conocen y saben que soy un talibán del enduro. Pero es que sin pecar no puedes ofrecer consuelo al pecador porque no conoces el lado oscuro. Yo lo he probado y reconozco que lo que más me ha gustado ha sido el rallye de verdad, la Orbea, el 29 en condiciones, sin concesión a mezclas, puro y duro. Una disciplina en sí misma distinta, diferente a lo que llevo muchos años practicando pero que un día abrace a tripa de los corredores estadounidenses que desembarcaron en el viejo continente con sus máquinas marcianas y su deporte extraño. Ya hace muchos, muchos, años. Yo tenía pelo, recuerdo. Pero ahora es distinto. Por eso he vuelto a probar una pizca y ……la Orbea me ha encantando. Qué bien va y qué compensada la veo. Comodidad total y esfuerzo a tutiplén. La endurera de 29 no me convence. Tal vez no quiera renunciar a lo que conozco y me hace sentir tan bien. Esos colchones de 160, frenos salvajes y demás parafernalia endurera que me gustan, me funden y hacen sentir cosas indescriptibles. Pero el rallye, es otra cosa. Distinta. No me acordaba de lo que se sentía. Estoy satisfecho de haber comprobado otra vez lo curioso que es acomodarse y no cambiar, pero así valoraré mejor lo que estoy haciendo (sin olvidar mi flaca, máquina de tortura donde las halla). Es la guerra. Cada cual que opine, guste y practique. Sin la indiferencia ni la acritud de los que no conocen. Eso sí, me gusta el enduro. El **** rallye para los masocas,….pero qué bien se lo pasan también en su disciplina con estas máquinas tan guapas. Para todos los gustos.
Lagarto, todos tenemos un pasado oscuro, mejor dejarlo en el baúl de los recuerdos jajjaja Nosotros a lo nuestro, a las gordas, leña al mono y unas cervezas siempre al final, que no nos importan esos gramos de más debido a las preciosas rubias. Por cierto, marcar paquete te queda bien jajjaa No había admiradoras por Jusli ?.?
Ayer fue rallye total. Las costumbres no se pierden, queda claro, pero un día de darle cera al mono hasta que hable inglés no te digo que no. No creo que me vuelva a enrolar en las filas de los rallylleros. Buena gente con costumbres extrañas, jajajaa. Mejor me voy al lado oscuro, con mis gordas. Pero cayendo en los brazos de mi flaca para exprimir el limón y ponerme más fuerte que el vinagre.
LES PYRENEES C'EST ATLANTIQUE (Este es el Pirineo Atlántico) Así reza por todos los lados del Norte de esta cadena montañosa. La zona del Parque francés, la de influencia y alrededores varios. Una sensación indescriptible te invade al hollar con tus pies en la zona húmeda, boscosa, de ambiente totalmente distinto a la cara Sur. Hasta las marmotas van con chubasquero por si las moscas. Y esto es así, el freno que supone a las borrascas que entran del Atlántico favorece las precipitaciones que descargan sobre la barrera montañosa del lado francés dejando nuestro suelo patrio escaso de bienes. Pero afortunadamente la sensación y el sentimiento que poseemos acerca de “nuestras montañas” no entiende de fronteras administrativas ni de departamentos o provincias, comunidades y demás engendros político-administrativos, sólo de piedra y vegetación, tierra y sensaciones, el flow corre indistinto hacia el Norte o hacia el Sur. Imaginaros la sensación que tiene cualquier animal que viva en la muga bebiendo indistintamente del Garona o del Aguas Limpias. Uno fluye en sentido Norte (francés) y otro Sur (español). He ahí toda la motivación sobre la delimitación de un territorio. Expliquenselo a los pastores que llevan años conviviendo y acumulando cultura de las dos partes. Un acervo histórico enriquecido por las vivencias de uno y otro país, en armonía relativa y en franco ascenso propiciado por la Unión Europea y la libre circulación de bienes y personas. Por eso y no por otra cosa, ¿por qué no íbamos a recorrer las zonas espectaculares que nos ofrece el país vecino? Varios años llevamos intercambiando información con colegas franceses y de otros sitios para conseguir conocer rutas y senderos de los valles anejos. La Vallée D’Aspe, en el Parc Nacional des Pyrénées, es el ejemplo de hoy. Ossau, y en concreto su población de Lescuns nos depara uno de los centros turísticos más bonitos, próximos a nuestra base de operaciones. Desde el Vielho Reyno no hay mucha distancia. A lo mejor la pereza de saltar la barrera es lo que no nos lleva más que en una o dos ocasiones al año a ciclar por la parte gala. Pero en cualquier caso merece la pena y más en esta época del año en la cual y justamente antes de las lluvias que todo lo inundan y riegan creando paisaje, se deja rodar, incluso arriesgar en pasos en los que mojados es totalmente inviable plantearse realizarlos sobre nuestras máquinas. Ansia y nervio. Todo previsto y con un mono que parece un simio. Incluso con el miedo a que el tiempo pueda cambiar de repente como suele hacerlo por la zona favorecen que segreguemos adrenalina por los cuatro costados. La ruta se plantea fuerte en principio, pero el fuero interno nos dice que tenemos muy pocas posibilidades de poder realizarla al completo. Salvo que hagamos un mix del recorrido. Poco posible. Ya es suficientemente fuerte como para complicarlo más. Tenemos coches listos y organización sobre la marcha. Ya puestos subimos de tirón, no dormimos en la base esta vez. Cosas de los imponderables. Peor para nuestros cuerpos. Aun así no resta enteros. El plan es claro. Llegamos, montamos en bici, intentamos no atollinarnos mucho y bajamos con una sonrisa de oreja a oreja. Bien. Los aberronchos del Reyno se han apuntado voluntariamente en menos que canta un gato. Con las ganas que tenemos de pasar no hace falta más que comentarlo para liarla parda. Llega la hora H. El desembarco se provoca en el Campo Franco, Canfranc a hora prudencial para empezar la jornada con un cafelito preceptivo. En breve noto mi alien recorrer el interior, en busca de una salida adecuada. No hay mayor problema. Pillo wifi al instante y allí que va. No sé si tirar de la cadena o ponerle nombre. Es como ….bueno, pues eso. Ahí va el Ebro. Joé qué mal cuerpo llevo. Me río de Janeiro la noche que me he corrido de fiestuqui y barbaquiu. Lo voy a pagar, seguro. Al poco el tío Álvaro se conecta también a la zona wifi sin problema porque ya teníamos la contraseña. Todo listo. De viaje. Hasta la France. Cruzamos el túnel. Siempre impresionan tantos km bajo tierra. Menuda obra. Luego se hace la luz y ¡zas! Ya estamos en el país vecino. Un pequeño control de la Gendarmerie nos recuerda dónde estamos y cómo debemos portarnos. No hay mayor problema, el agente nos mira como las vacas al tren y nos permite pasar al ver las bicis y todo lo que transportamos. Allé, allé. Adiós. Tira TONTOLABAAAAAAAAAAAAAA.
Hay que dejar un coche abajo por si completamos la ruta. Borce, ……..No, al cruce. De aquí para arriba 650 mtros más para llegar a Lescuns. Pues lo dejamos abajo para evitarnos el pechugazo. Aquí nos recibe un rebaño mixto de vacas pardas y ovejas (de esas tan chulas con la cara negra). Un poco más allá hay feria de ganado – en Bedoux – y creo que tiene pinta de que allí se van. Poco nos hacen esperar y enseguida nos llegamos al pueblo. Aparcamos y empezamos la jornada. Ahhhhhhhhhhhh!!! Maravilloso, maravilloso. Todo decorado. Verde, humedad hasta escurrir y …………****** de perro, también. Pero enormes, como la cabeza de un crío. La madre que lo parió al cab……. Menuda olorina. Menos mal que la he visto. P***s bichos. Todo sembrado. Venga con cuidado. Dejamos el material más allá y punto. Aún voy un poco mareado de las curvas últimas pero un par de respiraciones me dejan a punto de nieve. A vestirnos, pertrechar mochilas, comida y bebida como para una boda, ropa de abrigo, etc. En breve nos tiemblan las canillas. Ya es la hora. 5,4,3,2,1,…Start! Aggggggg. Me he ido por la pata abajo. Es genial. Estoy deseoso de ver el panorama. A la segunda pedalada me doy cuenta de mi pecado. Un error original. De base. No se puede ir de marcha el día de antes de una salida épica. Lamadrequemeparió. Me duelen las sienes, noto cómo bombean la sangre. Ufffffffffff, mal rollo. En fin, eau d’ête. Vamos que me joda. Las primeras rampas por asfalto me ponen la patata ya a punto de estar a punto. Menos mal que mi fondo físico últimamente es potente, pero noto la sensación extraña en el estómago, me duele, se retuerce y fuerza hasta la convulsión. Sin embargo mis colegas empiezan a disfrutar, jejejeje, sobre sus máquinas. El tío Épico sale a trote cochinero que transforma en vuelo rasante hacia arriba y en un pis pas se pierde en el puerto, seguido de Sylvestre que también va al tran-tran para hacer llevadera la marcha. Por otro lado, que no el de atrás, Zacarías, se retuerce sobre la Spez, que casi ni le reconoce de la de días que ha tardado en pillarla por razones que no vienen al caso, pero queeeeeeeeeeeeee, jodofloro. Menos mal que le había puesto unas chucherías para la ocasión, con el fin de que no se le enfadase en exceso. Y por último Zarza, pedaleando sobre la bici de David, con ese cambio privilegiado que supone el material en perfecto estado (jajaja(………………..al no tener la suya, pero por lo menos tiene bici. Eso es mérito. No pasa la itv de bicis ni soplándosela al mecánico. Menudo repecho. Yo creo que voy a gomitar varias veces. Más que vuelcos me pega brincos el estómago. Sufro como un perro. Me retuerzo, aprieto el “ojo de Mordor” con tal de conseguir presión en el calderín. Sufro como no lo había hecho antes. Empiezo a sudar a un ritmo peligroso, pero me doy cuenta y el isostar me hace recuperar algunas fuerzas. Al cabo del rato vemos al tío Edu esperando ya en el sendero más fresco que una lechuga y mirando inquisitivo al personal: “Venga mariquitas que esto no ha hecho más que empezar”. Verdad como la copa de un pino. Menudo sendero empezamos. Mojado, pedregoso, con rocas como lavadoras y una inclinación que casi necesita de grampones y arnés. Jodoooooooooooo, cómo pinta, ko.
Hidratación. Es la clave. En un lugar tan húmedo es fundamental. Todo lleno de verdín, líquenes, musgo, hiedra, hayedo bestial, con troncos altísimos hasta el infinito y haces de troncos entrelazados en un bosque que apenas deja pasar la luz del sol. Vegetación escasa en el bosque, tapizada de hojas muertas y raíces que asoman peligrosamente a cada paso con el fin de impedir el avance. Con escasos claros que dan paso a un alfombrado de helechos maravilloso y espectacular. No ves dónde pisas. Está tan poblado que el suelo no existe. Densidad y sensación de jungla verde, rodeado de vegetación tupida y desnivel. No olvidéis que las rampas más allá de la senda después de salvar semejante desnivel se convierten en trampas peligrosísimas. Por eso avanzamos con cuidado para evitar una piedra escondida o una raíz mojada que provoque un accidente grave. Poca gente nos cruzamos, salvo unos abuelitos franceses que sorprendidos de ver los alicates con patas de los españoles que subían por allí con unas máquinas no aptas en semejante entorno. Cuesta digerir la idea, pero es lo que somos. Un poco distintos. Salvada la parte de la subida del bosque y sin solución de continuidad el sendero se abre y nos muestra la cara más amable de un lugar privilegiado: Un sendero limpio y abierto, en descenso, peligroso, rápido, con flow, trampas a tutiplén y de una belleza indescriptible. Maravilloso. El paraíso del biker. Tiraaaaaaaaaaaaa, Edu a sac! Zarza: Voyyyyyyyyyyyy! Zas. ***** qué saltaco, ko. No pasa nada primo. Bajando. Como dice Paco: Tú no te acerques al freno que despegarás en la primera raíz. Y así es. Dejo pasar por si las moscas, porque todavía no voy centrado y espero que se me pase el pestazo del resacón. Todo esto me he perdido por mi mala cabeza. En seguida llegamos a la siguiente subida. Por la loma Sur de Laberuat, aunque dentro del bosque se sube y baja varias veces por repechos que poco a poco se dejan ciclar. Ahora más. Sendas, trochas, caminos poco frecuentados. Nos ponen a la altura de los hobbits, los trols, o cualquier bicho que viva por aquí. Por fin, un claro. Luz. Hayquejoese. Ahora tocará reponer algo. Descansar. Secarnos y comentar la jugada. Una vez fuera de la vegetación observamos a nuestro alrededor. Un paisaje nos devuelve al paraíso. Nos invade la sensación bestial de pureza y de grandiosidad. El circo de Anie, rodeado de la parte Norte de Zuriza, Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, etc, etc, etc. Una visión increíble. Qué pequeños somos. Grandiosidad en pocos kms a la redonda y la pared del Anie presidiendo el valle. Me siento bien. También será por el ibuprofeno que me ha dado el tío Alvaro, que me recupera para la causa. Me he perdido un tercio de ruta pero ahora me desquito. Enseguida llegamos a la caseta de pastores donde comenzará la prueba de fuego. JEEJEJEJE. Ya lo comentó en su momento con bastante acierto el tío Edu: A mí no me preocupa, bajar, ni lo que se vea, a mí lo que me preocupa es la parte que no se ve. Y no exageraba. Jodofloro………….. Una loma sembrada de helechos. 5 mangurrinos protegidos hasta en las pestañas. Partido a punto de empezar y todos tenemos claro quién va a ganar. La montaña, naturalmente. Así que cuidado. O no. Tiraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa sale Sylvestre como si le hubieran puesto una guindilla en el culo. Con cuidado. Aviso. Ojo!!!!! Piedra. Zas. Tarde. Bueno no pasa res. La siguiente iremos con más cuidado. Inventamos la bajada. Por aquí parece que hayan pasado las vacas. Pues tira ko. Venga. Jodo qué raíces. Cuida que están mojadas y el desnivel crece. Yaayayayayay, ***** mira que te lijooo, que no freno kooooooooooo, pista, lamadre que…….endios frenando, salto, **** árbol ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,ZASZASZAS, se veía venir. JJAJAJAJAJA. Estamos todos bien. Bueno, cuidado ¿eh? Vale. Seguimos bajando por fuera pista. Más bien por una pequeña senda que nos muestra en breve el camino. Menos mal porque las ***** raíces han hecho de la suyas hasta el punto que un Hamilton me comí al tío Edu; casi fue involuntario por mi parte porque tampoco es que pudiera frenar mucho más. Haciendo ceprén hasta con el culo, con la rueda marcando la badana el desnivel crece y crece, pero por lo menos ahora sabemos que debemos ir por dentro de la senda.
