Eh, pues las manda con duplicado a las cuentas privadas. Pues sí, soy tan chulito y sé insultar tan bien en persona como desde detrás de un monitor, amparado por la impunidad que brinda Internet. Y mira, sí que voy a ir a Sevilla a decírtelo a la cara. Pero tendrás que esperar al verano que mi esposa tenga vacaciones porque si no es con ayuda no puedo viajar con la silla de ruedas. Y si la dejo en casa lo mismo entran en la chabola los gitanos de mi poblado y me la roban. Y entonces...